CARLA, LA PIRATA
Parte 1: LA FIESTA DE CUMPLEAÑOS
ERA LA FIESTA DE CUMPLEAÑOS DE MATEO. PARA LA OCASIÓN SU
MAMÁ PREPARÓ UNA TORTA CON FORMA DE BARCO. LA FRAGATA CON ALTOS MÁSTILES,
GRANDES VELAS BLANCAS, CAÑONES DE CHOCOLATE, CARGA Y NAVEGANTES, FUE UBICADA EN
EL CENTRO DE LA MESA. TODA LA TORTA SE COMÍA Y PARECÍA UN BARCO DE VERDAD.
MATEO NO DEJABA DE MIRARLA. ERA CIERTO, ¡ESTABA HERMOSA! CUANDO
ENTRÓ CARLA, VIO A SU HERMANO EXTASIADO ANTE EL PASTEL CON VELAS.
—UNA, DOS, TRES, CUATRO, CINCO, SEIS.
—¿CONTÁS LAS VELAS PARA VER SI MAMÁ OLVIDÓ ALGUNA? ESTÁN
TODAS- DIJO LA NIÑA, CON RISA BURLONA.
—NO, NENA. MIRO MI FRAGATA. ASÍ VA A SER MI BARCO CUANDO
YO SEA GRANDE. VOY A SER CAPITÁN Y TENDRÉ MUCHAS BATALLAS CONTRA PIRATAS MUY
FEOS Y MALOS. LOS VOY A VENCER, VOY A TENER TESOROS Y NAVEGAR EN EL MAR ASÍ QUE
¡CALLATE! - DIJO MATEO.
—YO QUIERO SER UNA PIRATA BUENA, TAMBIÉN. UN BARCO COMO ESE
PUEDE SER MÍO, ¿QUÉ TE PENSÁS? A MÍ ME GUSTAN LOS CUENTOS DE PIRATAS DE ABUELO FERMÍN
Y ALGUNOS SON BUENOS, AYUDAN A LA GENTE QUE CONOCEN Y A LA QUE NO CONOCEN, A
VECES, TAMBIÉN.
—VOS NO PODÉS SER PIRATA, SOS NENA… AUNQUE TE HAGAS LA
GRANDE SOS NENA. SER PIRATAS ES COSA DE HOMBRES ASÍ QUE NO PODÉS SER UNA
-INSISTIÓ MATEO VISIBLEMENTE MOLESTO Y CASI AHOGADO POR REPLICAR TAN RÁPIDO.
—YO PUEDO, SÍ QUE PUEDO, PUEDO, PUEDO Y PUEDO -DIJO CARLA
EMBERRINCHADA.
—YA TE DIJE SER PIRATA ES DE HOMBRES. LAS NENAS NO SON
PIRATAS, JUEGAN A OTRAS COSAS Y SE TERMINÓ -SEÑALÓ TAJANTE Y SIN AIRE PARA
HABLAR.
JUSTO CUANDO COMENZABA EL GRITERÍO MAYOR CON UN GANADOR
DE LA PELEA O UN EMPATE, QUIZÁS, LLEGÓ EL ABUELO FERMÍN, GRAN MEDIADOR DE TODOS
LOS PLEITOS NIETEROS HABIDOS Y POR HABER.
ESTOS NIÑOS TENÍAN LA COSTUMBRE MÁS ANTIGUA DEL MUNDO:
PELEAR POR TONTERÍAS, COMO LO HACEN TODOS LOS HERMANOS.
—¿QUÉ PASA AQUÍ? ¿POR QUÉ DISCUTEN AHORA? NIÑOS, NIÑOS… HOY
ES DÍA DE CUMPLEAÑOS. ¡BASTA DE PELEAS!
—ELLA PELEA, YO NO FUI- SEÑALÓ MATEO CON TROMPA.
—YO TAMPOCO, ÉL EMPEZÓ, FUE ÉL, QUIERE EL BARCO TODO PARA
ÉL, NO ME DEJA SER PIRATA -CONTESTÓ CARLA ENTRE SOLLOZOS.
—PERO CARLA, ESE BARCO ES SU TORTA DE CUMPLEAÑOS Y HOY
PEQUE ES EL HOMENAJEADO –DIJO FERMÍN Y APELÓ A TODO SU ESPÍRITU PACIFICADOR-.
NO TIENEN QUE ENOJARSE, ¿JUSTO HOY? PODÍAN HABER ELEGIDO OTRO MOMENTO PARA
PELEAR A LOS GRITOS, ¿NO?
—NO, NO ES POR ESE BARCO QUE PELEAMOS, ES POR OTRO BARCO,
BUENO, POR ESE SÍ, PERO NO, ES POR OTRO –Y CARLA ROMPIÓ EN AHOGADO LLANTO-. ¡NO
ME DEJA SER PIRATA, ABU! Y YO QUIERO SER PIRATA, DE LAS BUENAS. PORQUE LOS
PIRATAS TAMBIÉN ERAN BUENOS Y NO ESTABAN TODO EL TIEMPO DE PELEA NI A LOS
BALAZOS.
—YO NO ENTIENDO NADA AQUÍ: QUE NO ES POR ESE BARCO QUE
PELEN SINO POR OTRO. ¿PODRÍAN HACERME EL FAVOR DE EXPLICARME QUE SEMEJANTE
BARULLO Y NADA MENOS QUE POR UN BARCO? – PREGUNTÓ CONFUNDIDO EL ABUELO FERMÍN.
MIENTRAS TANTO CARLA LLORABA, EN FIN, NO LLORABA,
LLORISQUEABA, APOYADA EN EL HOMBRO DE SU ABUELO, ENTRE MOCOS, HIPOS Y LÁGRIMAS.
PERO... SU OJO DERECHO, DE REOJO Y ATENTO, NO PERDÍA PISADA A LA EXPRESIÓN DE
MATEO.
—BUENO, VEAMOS, ¿CUÁL DE LOS DOS VA A EXPLICARME QUÉ
EMBROLLO ES ESTE? MATEO, ¿ME PODÉS CONTAR QUÉ LES PASÓ? -DIJO FERMÍN.
EL NIÑO SABÍA QUE, CUANDO EL ABUELO LE LLAMABA “MATEO” EN
LUGAR DE “PEQUE”, LA COSA VENÍA EN SERIO.
—YO MIRO MI TORTA DE BARCO, LE DIGO QUE ES MÍO Y QUE ASÍ
VA A SER MI BARCO CUANDO SEA GRANDE Y YO SEA EL CAPITÁN. CARLA DICE QUE TAMBIÉN
PUEDE SER SU BARCO PORQUE ELLA QUIERE SER PIRATA. ENTONCES LE DIGO QUE NO
-EXPLICÓ MATEO CON UNA CATARATA
DE PALABRAS IMPOSIBLE DE ENTENDER.
—ESPERA, ESPERA, ¡MÁS DESPACIO!, QUE ME MAREÁS SI LO
DECÍS TAN RÁPIDO -APACIGUÓ EL ABUELO-. QUEDAMOS EN QUE TÚ DICES QUE ASÍ VA A
SER TU BARCO CUANDO CREZCAS Y SEAS CAPITÁN… BIEN, HASTA AHÍ HE COMPRENDIDO.
¿POR QUÉ TU HERMANA NO PUEDE SER PIRATA? DIME ESO AHORA, MATEO -REPLICÓ FERMÍN.
—PORQUE ELLA ES UNA NENA Y SER PIRATA ES DE HOMBRES LAS
NENAS NO PUEDEN SER PIRATAS Y NO ENTIENDE SE ENOJA -SEÑALÓ MATEO MÁS TROMPUDO
QUE AL PRINCIPIO.
—¡MÁS DESPACIO MATEO, MÁS DESPACIO! PERO NO DEBÉS PELEAR POR
ESO.
—¿POR QUÉ? ES CIERTO SER PIRATA ES DE VARONES NO DE NENAS
Y ELLA NO ENTIENDE.
—NO MATEO, NO TENÉS RAZÓN, Y VERÁS POR QUÉ: “SER PIRATA”,
EN OTROS TIEMPOS FUE COSA DE MUJERES TAMBIÉN. OTRO DÍA LES CONTARÉ EL MOTIVO, PERO
AHORA A DIVERTIRSE, ¡VAMOS! ES DÍA DE CUMPLEAÑOS, ASÍ QUE BASTA DE PELEAS.
CARLA ABRIÓ LOS OJOS BIEN GRANDES Y MIRÓ AL ABUELO CON
ASOMBRO TOTAL, UN ASOMBRO BIEN ASOMBRADO, SÚPER ASOMBRADO, ASOMBRADÍSIMO, DE
ESOS QUE TE DEJAN CON LA BOCA ABIERTA ASÍ: ¡AHAHAHAH! NO LO PODÍA CREER: ¡HUBO
MUJERES PIRATAS!
—¿HUBO MUJERES PIRATAS? –DIJO CARLA CUANDO SE LE ESCAPÓ
EN VOZ ALTA SU PENSAMIENTO.
—¿CÓMO?, ¿QUÉ? - DIJO MATEO, CASI INTERRUMPIENDO A CARLA-
QUIERO QUE ME LO CUENTES AHORA, PORFA, ABÚ -INSISTIÓ MATEO.
HASTA AQUÍ TODO EVIDENCIABA QUE PEQUE NO TENÍA RAZÓN Y
ESTABA A PUNTO DE PERDER LA DISCUSIÓN, POR LO MENOS ESTA VEZ.
—PERO PEQUE, TUS AMIGOS YA LLEGAN, MIRA, AHÍ ESTÁ MARTÍN,
RAMIRO, CAMILA... ¡HOLA CHICOS!, ¿CÓMO ESTÁN? PASEN, ENTREN...
—Y BUENO QUE ME IMPORTA QUE TODOS ESCUCHEN -SE DIRIGE A
SUS AMIGOS Y… - ¿QUIEREN ESCUCHAR UN CUENTO DE PIRATAS QUE VA A CONTAR MI ABUELO?
DICE QUE TAMBIÉN HUBO PIRATAS MUJERES -SEÑALÓ BURLÓN.
LOS NIÑOS SE ACERCARON AL GRUPO SIN SABER AÚN MUY BIEN DE
QUÉ SE TRATABA EL CUENTO, PERO ERA UN CUENTO AL FIN Y VALÍA LA PENA ESCUCHARLO.
CADA UNO TOMÓ ASIENTO EN EL SUELO Y DEJARON AL ABUELO EN EL
CENTRO. FERMÍN NO NECESITABA MUCHA INSISTENCIA PARA CONTAR SUS RELATOS. Y
COMENZÓ ENTONCES SIN DEMASIADOS PREÁMBULOS…
¿VOS TAMBIÉN QUERÉS SER PARTE DE LA HISTORIA DEL ABUELO FERMÍN?
¡NO TE PIERDAS LA SEGUNDA PARTE DE "CARLA, LA PIRATA"!